Dilemas

Hay días que es mejor quedarse en la cama, no por pereza que también suele ocurrir, detenerse y reflexionar sobre esa nube gris que te impide ver más allá de donde estas.
Ya puedes hacer lo que quieras que no se va a despejar ni a cambiar de color, aunque uses todas tus fuerzas, una sensación de impotencia que casi te supera y te chafa todo lo pronosticado.
No es aconsejable cruzarse de brazos, un poco de resignación y a seguir adelante, obstinación, desesperación y todo ira peor.
Cuando piensas que todo va mal tiende a empeorar, no se que ocurre que si piensas que va a llover de un momento a otro comienza a granizar y relampaguear.
En estos tiempos de crisis, ya no se llama desempleo, crisis es más avanzado más vanguardista, cuando la crisis siempre ha existido no precisamente aquí, en otros lugares del mundo y desde mucho tiempo pasado.
Dan ganas de ponerse a viajar por el mundo y olvidarse de todo, disfrutar del presente sin pensar en mañana. Lo más sencillo es rendirse y soñar, de ese modo no habrá piezas productivas para este sistema y todas las comodidades que tenemos hoy no existirán y soñar ya no sera necesario.
Puedes dejar de estudiar y trabajar a turnos, arrastrarías la frustración de no haber podido cambiar o aceptar tu abandono académico, no obstante haces algo correcto como es trabajar.
No puedes hacer otra cosa, marcharte de casa, depende de tus ilusiones, hay que descartar opciones para despejar tanta duda y cambiar el color de la nube que no te deja ver. Incluso despejarla para siempre. Todo un dilema.