Evolución sumergida

Quiero tener bien cerrados los ojos para no ver el futuro, más bien sentirlo, notar como nos gana el pulso la naturaleza y nos sumergimos en un océano de paz y reinicio.
Y la verdad que es una mentira, se desvele y de ella nazcan miles de peces de todas las especies, peces y más peces que desbaraten los mercados dejando los sistemas de desorden organizado de nuestras metrópolis de comodidades bajo un lecho de coral y algas que danzan al ritmo de las corrientes marinas que remplazan a la corriente eléctrica de nuestras maquinas controladoras de nuestras mentes y destructoras de la evolución humana. Alterando la vida para alargar años, secar almas y a continuación digitalizar recuerdos y amistades, haciendo de los humanos, una hermandad de la tecnología robótica creando organismos cibernéticos con órganos artificiales quebrando sentimientos cambiando las sonrisas a la luz del día por la radiada luz de pantallas, haciendo que todo este unido sin estarlo aparentemente, las ondas del tráfico de información horadan con sigilo las horas de nuestro destino, llenando el barco del provenir de agujeros, para cuando llegue la hora del calor que estamos generando con nuestros potentes motores y que provocará el deshielo acabando así en el fondo de nuestra evolución ruidosa, pasando a ser una evolución silenciosa, entonces cerraremos los ojos y en silencio volveremos a sentir, sentir nuestros cuerpos, cuerpos conectados a un corazón que ni siendo músculo natural ni artificial, nos une a todos por igual, el amar, respetar y en armonía evolucionar como humanos de la naturaleza de la que nacemos y perecemos.
Humano: Constituye desde el punto de vista biológico una especie animal bajo la denominación científica de Homo sapiens.
Bajo las aguas de este inmenso planeta descansan nuestros frágiles cuerpos y nada puede hacerse para que vuelvan a soportar siglos de lucha contra nosotros mismos. En un estado latente quedaremos hasta que un pez, de pronto, tras mucho, mucho tiempo sienta la llamada de la metamorfosis, asome sus sensibles ojos y contemple que hemos echo con este hermoso paraíso, bajo el mar esta el peso de la mentira, bajo el mar esta la verdad muy hundida, nos aferramos a nuestros sueños y devoramos la libertad por conseguir subir a un barco hecho de verdades y mentiras, me da la risa, todos luchan por embarcar, sonrío y siento con total libertad, con los ojos cerrados bajo el mar.