Yo quiero abstenerme de hablar, quiero que el ruido no exista y que solo haya tal silencio que pueda oír brillar a las estrellas.
Una calle de madrugada, una noche de verano, un camino de tierra y unos árboles bailando al son del viento.
Desnudo frente al mar una noche de lluvia a tu alrededor no queda nadie, en el aire planean gaviotas, en la tierra perros salvajes huyen de la tormenta. En el mar los peces conviven en armonía. Es el ciclo de la vida, el ecosistema sin tubos de escape ni reglas matemáticas.
Solo sentimientos y naturaleza, silencio y pensamientos ligeros, como la suave brisa del mar o como el paso al contemplar el agua pasar, con el silencio que trae la naturaleza y tu mente al pensar.
Pensando en tus caricias y en tus abrazos que, como una completa oscuridad sobre mi silencio tu ausencia caerá. Un silencio oscuro que solo dejando mi mente volar creando una luz que me ha de guiar, conectando mi sistema nervioso a cada movimiento de la tierra durante un tiempo el anochecer gris, el tibio sol, las noches de cielo raso y los atardeceres casi eternos al sentir todo eso, te pienso, pero vivo sin agotarme y sin necesitar de tus brazos para tomar un descanso.
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