lunes, 4 de octubre de 2010

Nunca Una Risa Apagada

Cuando sonríes parece que se abra el cielo de nubes y que palomas blancas rompan el sonido de todo a su paso con su vuelo en silencio, cuando sonríes la felicidad que adormecida esta en mi, arropada por el calor de tu expresión tan sutil vuelve a despertar.
Cuando sujeto tu mano y tu aprietas con tu vigoroso tacto siento que si me suelto de ti caigo por la rampa de los sueños hasta romper en mil hermosas flores amarillas de pétalos de colores quedando a merced de tu recuerdo, de tu sonrisa, sintiendo en lo más profundo de mi ser el tacto de tu piel con mi piel.
No quiero jamas perder toda memoria de tus gestos o de tu voz, aunque carezca de sentidos como el oído, el tacto, el olfato, el gusto y la vista si tengo que dejar de verte mientras no estas, ya en mi memoria tu belleza permanecerá. Quiero mantener mi corazón y mi memoria en perpetua vida para que tu encanto por todo el tiempo exista.
Paseando por Arcos de la Frontera por sus callejones de paredes viajeras del tiempo, en el cielo azul marcado de deformes nubes blancas las cuales coinciden con la linea de tejados y azoteas de casas que aparentan estar amontonadas sin orden, sin entrada y sin salida, es así recorrer el camino hacia el amor en la vida, aprendiendo con el paso del tiempo, lleno de confusiones y coincidencias, sin saber en que orden ir y como entrar sin perder la salida.
Paciente en un rincón oscuro de mi alma esta sentado mi lado más sensible, esta siempre solo, lo cual hace que cuando tu estas cerca tiemble de alegría y que cuando su apagada mirada contempla la tuya se sienta abrumado ante tanta energía.
Valentía, que cuando la ecuación es lo daría todo por ella más lo vuestro es imposible la solución es disfruta y conserva los momentos junto a ella como un bello recuerdo.
Por ese motivo no quiero perder nunca la memoria, cuando este solo en este lugar llamado tierra y la hierba crezca junto a mi, los pájaros llevaran en el latir de sus corazones el nombre de una chica llamada silencio.

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