Siento que he perdido el control.

Estoy en un momento de calma, relativa calma, no me siento seguro de llevar el control de mi vida, tengo tanto por recorrer y tanto que soñar, pero ahora me he detenido el tiempo continua aprovecha mi calma para ir sin prisa pero sin pausa.
Y solo se detiene mi mente en un punto neutro, como una ultima hoja en un árbol pendiente de que debe caer y se aferra a sus ultimas fuerzas, pronto vendrán nuevos y verdes brotes y no queda sitio para ella, pero, se queda en calma y el tiempo no se detiene.
Han pasado diez horas desde que me quede dormido, han pasado ocho horas desde que el sol se ha escondido. Doce meses de la última vez que te he visto, y yo sigo aquí en aquel mismo momento.
Las personas que yo conozco se han unido y han formado familias, han trabajado duro y ahora incluso conducen coches de lujo, a todos les ha ido mejor o peor pero han seguido, yo me he detenido y ahora ellos recorren lejos el camino de la vida, ahora ya no pueden verme.
Me he quedado en calma, disfruto con una canción, con poder viajar y sigo soñando desde mi sofá. Ya no me quedan maneras para insistir ni excusas para no seguir, tengo que preparar la hora de volar y despedirme de este lugar, de este sitio, de mi hogar.
Dejo aquí mis primeras mañanas al colegio, mis ultimas citas al club de empleo, las horas con los amigos bebiendo por no lamentar, las despedidas, las largas tardes, la familia y a mis padres, hermanos y pocos amigos, muchas buenas personas conocidas y otras muchas que no necesito conocer.
Sonrío desde mi mente y se enmudece mi alma cuando grito de libertad, mientras rugen los motores de las alas y allá voy sentado en un sillón, reflexionando, como siempre, sobre mi actual situación. Nada que mirar atrás, nada que ver hacia delante, solo debo avanzar, avanzar.
Solitario recorro calles sin nombres, buscando ayuda entre nadie, quiero avanzar y estar solo, recuperar el control, hasta que sea yo mismo el que controle mi manera de soñar y mi manera de ver la realidad, de dibujar la realidad.
Hay que crear un circuito, una rutina que seguir, ¿Pero con sentido hacia donde?. He decidido viajar errante, la soledad de mis pasos podrás oír pero no me veras, estoy fuera de control, del control de quienes nos controlan y nos quieren llevar hacia ningún lugar. Yo, yo quiero viajar.